martes, 29 de diciembre de 2015
Mapa de personajes del Genji Monogatari
Es probable que el Genji Monogatari (el Relato de Genji) sea mi libro favorito. Se trata de la gran novela de la literatura clásica japonesa, escrita por una mujer excepcional, Murasaki Shikibu, en pleno apogeo del periodo Heian. Para muchos especialistas, el Genji Monogatari constituye la primera novela moderna de la historia, e incluye arquetipos asimilables a todo un Hamlet (el personaje de Kaoru) o, por descontado, a un Casanova o un Don Juan.
sábado, 19 de diciembre de 2015
50 sombras de Grima (parodia de la obra de E. L. James)
Me miro la pelambrera y frunzo
el ceño. OYE, QuÉ asco de pelo.
No hay manera con él. Y maldita sea Katherine Kagarrath, que se ha puesto con
la regla y me ha metido en este lío. Uau. Tendría que estar empollando para los
final exams, que son la próxima luna llena, pero aquí estoy y no me voy,
intentando hacer algo con mi pelamen. Jo, no debo meterme en la piltra con el
cuero cabelludo sudado. Recito varias veces este mantra mientras intento
controlarlo con el rastrillo del jardinero. Madre mía. Me desespero, chica, me
inclino, frunzo el ceño y pongo los ojos en blanco roto, que es el tono que
está de moda según Cosmopolitan. Después observo a la nena pálida tipo Iniesta
que me mira en el espejo, de pelo castaño y ojos azules extremadamente grandes,
como los del besugo al horno que me metí entre pecho y espalda a mediodía. Me
rindo. Mi única opción es recogerme este pelo rebelde con una cincha de burro y
confiar en estar medio presentable.
jueves, 10 de diciembre de 2015
Globalización de improviso (relato)
Llegué a casa la mar de contento. Mientras desanudaba los cordones de los zapatos me acordé de las clases de cuarta y sexta hora. Esa jodida lección me salía genial. Repasé mentalmente las miradas atentas de los alumnos y reviví el momento mágico de conexión entre ellos y yo, la fusión excepcional que hacía que todo mereciese la pena.
miércoles, 9 de diciembre de 2015
Confesiones de un masoquista (microrrelato)
Que me reciban con gritos de odio, lancen piedras a mi paso o me agarren y amenacen con derribarme llega a fascinarme cuando me pongo el uniforme. Ahora he decidido aprovechar que hace frío para llevarlo incluso bajo la ropa de diario y me pregunto si será por eso que cada vez que la veo, su ternura me hace sentirme tan incómodo. No sé cómo se tomará que le pida que me insulte, aunque sea un poco y en voz baja. Si un día llegara a acostumbrarse, debería confesarle que no puedo ir a verla algunos sábados porque soy árbitro de fútbol, a ver si se anima a venir al campo a maldecirme con un buen megáfono.
David Rubio
miércoles, 2 de diciembre de 2015
El triunfo de los mismos (poema)
¿Cuántas hormigas hacen falta para tumbar un árbol?
¿Cuánto
metal para arrancar la fiebre de los charcos?
Esconde la
garganta del triunfo de los mismos,
del vuelo
terrible de infalibles lagartos.
Y siente,
surca, cesa,
avanza por
la clara amenaza que separa
el abandono
y todos los fracasos.
Ya rehace la
senda entre las casas
persiguiendo
el rastro entre cristales.
El rastro de
otra noche de guantazos.
David Rubio
martes, 1 de diciembre de 2015
Enfermedad común (poema)
De unas cebollas tumefactas, blanquecinas,
emergen sin pausa nuevos quintos implacables.
Acuden ciegos, enloquecidos, haciendo riza
en lo más encarnizado de la batalla,
sin albergar dudas
en una naturaleza de determinación brutal
en la que no me puedo reconocer.
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