sábado, 16 de enero de 2016

Aforismos (III)


No está claro qué resulta más difícil en cada ocasión, si saber dar las gracias como corresponde, o recibirlas como se merecen.

La facilidad con la que se inocula el virus del nacionalismo solo es parangonable a la dificultad que presenta el tratamiento de sus efectos.

El mero recuerdo de un viaje dichoso basta para llenar toda una vida.

La casa de los suegros es ese lugar en el que la simple satisfacción de tus necesidades vitales se convierte en una aventura de incierto éxito.

Incluso al hombre inteligente le resulta difícil no creer en una mentira absurda cuando esta le llega en forma de adulación.

Un hermano es una copia mejorada y esperpéntica de uno mismo.

La seducción solo es cosa de persistir sin ofenderse jamás.

El hecho de que entre dos personas no exista una lengua común con la que poder comunicarse supone una excelente ventaja a la hora de llevarse bien.

El gran drama de la pedagogía es haberse visto incapaz de mejorar el paradigma del palo y la zanahoria.

Aquel que afirma que un erizo, una foca o un oso panda constituye su animal favorito, por necesidad ha de tratarse de una excelente persona.

En cualquier sociedad, el grado de irritación que genera la presencia de los niños en los espacios públicos es proporcional al grado de amargura de los adultos que la componen.

Ignacio Sánchez

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